lunes, diciembre 12, 2005

MARIONETAS Y MONIGOTES

Cruzo la calle, sigo caminando lento
meneando la cabeza, miro al horizonte finito de la esquina.
Me detengo y contemplo mi reflejo
en algun ventanal de una cafeteria porteña.

Una marioneta de 4 hilos que se mueve al son
de tus preguntas deductivas de forma rapida y desafiante.
Aturdida por el tono de una voz que no es real,
corte los hilos del manillar y comence a soltar
mi verdad, o gran parte de ella.

Mis dudas, mis miedos y porque no, mis ilusiones
comenzaron a caer una tras otra contra el suelo,
como las primeras gotas que anuncian la tormenta.

Del otro lado, en silencio cortante, amenzante e inmutable;
un hombre, que endurecido por un amor que no vuelve
no permite que se le acerquen demasiado.
Podran revolotear, bailar y hasta compartir una mesa con El,
pero acercarsele, significa limitarse a parametros preestablecidos;
un arte dificil, en lo que concierne a las relaciones,
y del cual ya he perdido el habito.

Las relaciones pierden el encanto
cuando dejan de ser naturales y espontaneas,
y esta lo fue y lo perdió: un poco por envion
y otro tanto por palabras sin direccion ni sentido,
de aqui y de alla, de alguien o propias,
que solo buscaban un espacio mas cercano.

Con la tristeza de un tango en el recuerdo,
me sente en la vereda a ver como una oportunidad diferente
se escapa en el aliento de una ilusion, demoliendo asi,
aquel lugar de fantasia que habia preparado para encontrarnos,
y continuar, lo que crei se habia iniciado; no de la mejor manera.

Pero asi son las situaciones entre las personas,
solo suceden y se suceden unas a otras
de forma unica e irrepetible.

Se abre el ventanal y rompe el reflejo,
dejando la realidad a la deriva con mi pensamiento.
Sigo caminando lento y de pronto ahi estas.
Ahi estamos, impredecibles,
esperando ver que surge.