IN-DIG-NA-DA

Tengo los organos alborotados, tengo el sueño en la mirada;
tengo el cuerpo raro, molesto, inflado.
Siento que estoy gorda, que los pantalones se achicaron o mi cuerpo se engordo y me siento incomoda.
Como esos sillones de goma pluma que son duros e invitan a uno a sentarse en el piso o a abandonar la morada.
Que me pasa? Estare cambiando? Estare creciendo?
Estoy sentada otra vez en mi escritorio y tomo un te.
Estoy confundida, al margen de como se comporte mi cuerpo, estoy confundida y enojada.
Otra vez, mi manso caracter paso los limites y termino agotada, estoy enojada e in-dig- na- da.
Otra vez uso y abuso se confunden y sigo aca sin saber que hacer.
Tengo entendido que pensar porque me paso esto es una buena chance, ya que no me considero alguien que no quiere pensar, como un fanatico o como quien no puede pensar, que es un idiota o quien no osa pensar, que es un cobarde.
Pero es que tampoco hay demasiado para pensar, estas cosas me pasan por mansa, por querer que a todo el mundo las cosas le salgan mejores, y me desvivo por ayudar y sin embargo aca tengo los resultados: respiro hondo y trato de sumar experiencia ( de mierda, pero experiencia al fin)
Hay personas que empiezan a hablar un momento antes de haber pensado y no quiero caer en un desborde de palabras sin sentido, por eso quiero esperar que se enfrie esta bronca que me carcome.
Hoy no voy a montar, estoy retandome y marcando mi enojo a la distancia.
Lo mas duro de todo esto es que despues de 28 años NO aprendi a decir no cuando es no. Tengo mas predisposicion para dar una mano y ser la heroina del cuento, que ganas de salir yo sola a la vida y buscar lo que realmente quiero.
Asi me siento, indignada.