miércoles, septiembre 21, 2005

T T


Una vez mas nos sentabamos a la mesa de un conocido restaurante del pueblo.
El, igual que hace 15 años, alto, rubio, corpulento, y con esa mirada perdida, que te invita a preguntar.
Miramos la carta, hicimos el pedido y empezamos a charlar de la vida, del desamor, de algun viaje que el alma pidio a gritos y mientras el me hablaba, yo me sumergia en mi mundo y pensaba: Y si es El? Imposible, es como el agua que corre y ya corrieron 15 años de ese amor de agua que alguna vez crei sentir...
El fue el motivo por el que conoci las letras y esta otra manera de expresarme, mas tranquila, mas fria.
El me enseño que escribir aclara el pensamiento. Lo adoro por haberme despertado tantas cosas lindas en algun momento ya lejos en mi memoria.
El fue el primer beso, asique imaginense que sentarse a la mesa con el, no es poca cosa.
Es simple, es otra vez el "tiempo" que ha creado este vinculo que quizas sea dificil de entender incluso para nosotros dos, que a veces confundimos los cuerpos de uno con el otro y convertimos esa amistad en una parva de sexo amoroso y dulce, y nada cambia, ni El, ni yo; ni el restaurante del pueblo.